lunes, 12 de marzo de 2012

LOS REVIENTAN MANIFESTACIONES

Ayer fue un día grande, lo dijimos en EN LA CALLE O EL FRENO DE EMERGENCIA. Por eso estaban inquietos algunos contramanifestantes. Quiero decir que no es la primera vez que se organiza algo más que el deslucimiento de una movilización como, por ejemplo, las  estudiantiles de ayer mismo en Barcelona.  Que estructura eso de reventar la presencia de la gente en la calle. La idea es equiparar, a través de los aparatos mediáticos, la acción democrática con actos de vandalismo que --sutilmente o de manera directa, según los casos--  se atribuiría a los organizadores de la protesta.  Históricamente, en no pocas ocasiones, ciertas sentinas del Estado o algunas organizaciones tenebrosas, disfrazados de radicalismo para no infundir sospechas, han sido destacados protagonistas  de transformar la acción colectiva de protesta en una zahúrda callejera. Así pudo ser ayer por la mañana en Barcelona.


No es que la izquierda se tenga que desmarcar piadosamente de tales acciones, es que debe condenarlas obligatoriamente sin ningún tipo de paños calientes. En caso contrario aparecería o bien condescendiente o bien timorata. O, tal vez, condescendientemente timorata como aquel cacho de la izquierda italiana (al principio no pequeña) que calificaba a las Brigadas Rojas como compañeros equivocados [compagni sbagliati].  Como queriendo decir: son de los nuestros, aunque no acierten con esos métodos. De manera que mientras las izquierdas no denuncien tales comportamientos estaremos en la misma espiral.

¿Cuál es el interés de estos neoquintacolumnistas? Trasladar el conflicto político a un altercado de orden público para conseguir que la batalla de ideas se evapore y todo quede reducido a la condena del comportamiento brutal de la policía que está al mando del (chestertoniano) personaje  El hombre que fue Jueves.  Así pues, los organizadores de la acción inequívocamente democrática deben saber, a estas alturas, qué les conviene si bajar la cabeza ante esos compañeros equivocados o decirles sin disimulo que sirven objetivamente a los intereses de quienes gestualmente dicen atacar.  Eso ya lo sabía el Cojo Mantecas.  
   



jueves, 1 de marzo de 2012

CONTRA LA REFORMA LABORAL TERUEL TAMBIÉN EXISTE


Es lógico que los medios de comunicación pongan especial énfasis en las manifestaciones de las grandes capitales. Así ha pasado siempre y, como era de esperar, ocurrió ayer. Ahora bien, la acción colectiva también se expresó en una serie de lugares que, por lo general, no concitan el interés de los mass media. Pongamos que hablo de Teruel, una capital de provincia que tiene 35.000 habitantes. 

Allí los sindicatos estuvieron presentes, y –según las informaciones periodísticas— estuvieron a la altura. Digamos, pues, que Teruel existe también en el amplio espacio de la protesta contra la putativa reforma laboral. Que en Teruel se tiene plena consciencia que la derrota de esa reforma se ventila, así mismo, en todos los rincones del país. Por de pronto nos quitamos el sombrero ante el sindicalismo turolense.
Y, a continuación, copiamos lo que ha informado el Diario de Teruel en su edición digital. 

 Unas 500 personas se reunieron ayer en la plaza de la Catedral de Teruel para respaldar la manifestación convocada por UGT y CCOO, manifestaciones que se repitieron en 60 ciudades de toda España. Al grito de ‘Así, así, ni un paso atrás, esta reforma la vamos a parar’ cientos de personas recorrieron las principales calles del Centro Histórico de Teruel hasta llegar a la plaza de San Juan, donde ambos sindicatos leyeron sendos manifiestos. 


 Apostilla. Turolenses famosos fueron el geógrafo Isidoro Antillón, el escultor Eleuterio Blasco, el cineasta Luis Buñuel, el músico Gabriel García Antón, el profesor Pedro Laín Entralgo, el matemático Tomás Pérez Estala y la sindicalista Georgina Villanueva que es una parte de la historia de Comisiones Obreras.