jueves, 8 de diciembre de 2011

LA AGRADECIDA PATRONAL CATALANA


El presidente de Fomento del Trabajo, la patronal catalana, ha declarado que “el gobierno catalán se ha ganado nuestro agradecimiento”. El de suyo, por supuesto. Así pues: habló Blas, punto redondo, como decía el viejo idiolecto que, como otros, está desapareciendo del léxico. No parece desproporcionado este reconocimiento que, a mi entender, tiene una doble componente: a) bien está lo realizado hasta la presente, y b) sigue, sigue por ahí. La primera consideración sería: la patronal catalana está instalada en un exacerbado y contraproducente presentismo que, como diría Rafael Argullol, es “una apología del vacío”. Del vacío social y cultural de un país. Las palabras del dirigente empresarial catalán me llevan a plantear dos insinuaciones.

La primera: es posible cuantificar la fisicidad del agradecimiento patronal, esto es, calcular la munificencia del gobierno hacia el poder empresarial a través de los sofisticados algoritmos matemáticos al uso. Por ejemplo, se podría empezar por las ayudas, en estos tiempos de tornados y tifones, a La Vanguardia y a Spanair. La segunda: sería conveniente que, desde el sindicalismo, se estableciera un mapa de los recortes y de sus repercusiones concretas en la persona de carne y huesos que, aunque laborioso, es más sencillo que la primera sugerencia, pero no menos necesaria. Para lo uno y lo otro, absténganse de hacer los cálculos sobre la base de la cuenta de la vieja. Y para lo segundo, desdeñemos la rumorología: los hechos sigamos.